LUIS CID "CARRIEGA"

Hablar de Luis Carriega es hacerlo del fútbol sevillano. Pese a que sus mayores logros los consiguió con aquel Real Zaragoza de mediados de los 70 conocido como el de los Zaraguayos. Al conjunto maño le llevó a sus mejores puestos de clasificación de La Liga, y a la final de Copa de 1976 en la que cayó ante el Atlético de Madrid.

Tras dejar La Romareda inicia su periplo en Sevilla, primero dirigiendo al Sevilla FC durante tres temporadas para luego irse al eterno rival hispalense, el Real Betis. Un equipo el verdiblanco, que venía de una de sus épocas exitosas tras la consecución de la Copa del 77, la mítica final de Esnaola como héroe bético.

Un breve paso por Atlético de Madrid, Elche CF y Real Celta, para regresar a la entidad del Villamarín para salvarle de un más que probable descenso a Segunda División. Sus últimos equipos como entrenador fueron UE Figueres y CD Orense. Otros clubes a los que dirigió al inicio de su carrera fueron CF Cartagena, donde se estrenó en los banquillos, para pasar a CE Europa, UP Langreo y Real Sporting.

Tristemente falleció a principios de 2018 en su localidad natal Allariz en Ourense a los 88 años de edad  


  

MOMENTOS MÁGICOS: EDICIÓN 33

Rayo Vallecano vs RCD Mallorca
(Promoción Primera División, Temporada 1995/1996)

Iniciaba el RCD Mallorca la temporada 95/96, con un proyecto ambicioso para regresar a Primera División, tras varias campañas deambulando por la categoría de plata, desde el descenso en La Liga 91/92, justamente un año después de jugar su primera final de Copa del Rey.

Quedando tercero en la tabla por detrás de Hércules CF y CD Logroñes, se jugaría la promoción contra el Rayo Vallecano, al que se impondría por la mínima en el Lluís Sitjar, en un partido en el que los dirigidos por Víctor Muñoz fueron superiores a los franjirrojos. El gol balear lo anotó Morales.

La vuelta jugada en el Estadio de Vallecas pronto empezó a torcerse para los bermellones, que vieron como el cuadro rayista nivelaba la eliminatoria, con un gol fruto de un desajuste defensivo que no desaprovechó Guilherme. Los nervios atenazaron a un RCD Mallorca, que se recompuso tras la expulsión del meta nigeriano Wilfred en las filas de los de Zambrano.

Al filo del final del choque, Onésimo, en el que era su despedida como jugador del Rayo Vallecano, desató la locura en Vallecas batiendo a Kike y por consecuencia, dejando desolado a un RCD Mallorca que tendría que volver a pelear el curso siguiente por ascender.







MOMENTOS MÁGICOS: EDICIÓN 32

Real Sporting vs UE Lleida
(Promoción Primera División, Temporada 1994/1995)


En el partido de ida jugado en el Camp d´Esports de Lleida, el Real Sporting cosechó un buen resultado, empatando a 2 goles. Los asturianos dirigidos por el argentino Ricardo Rezza, remontaron el tanto inicial de Paco Salillas por medio de Sabou y Pier. En el descuento, Roa hizo el tanto de la igualada, que hacía que el conjunto ilerdense soñase con regresar a Primera División.

El Molinón era el escenario ideal, para que un titubeante Real Sporting durante la temporada, remarcase su permanencia en la máxima categoría delante de su hinchada. Un arranque arrollador de los gijoneses tras el descanso, liderados por el excelso Lediahkov, presagiaba un final de partido apacible.

Pero la UE Lleida no iba a bajar los brazos tan fácil, y en los minutos finales consiguió tener a tiro la posibilidad de empatar el partido, lo que debido al valor doble de los goles fuera de casa, hubiera supuesto el ascenso del conjunto azul.

Aquel partido supuso la marcha del banquillo de Mané, histórico entrenador de UE Lleida durante 8 campañas, en las que casi 50 años después se logró volver a subir a Primera División como mayor logro.





MOMENTOS MÁGICOS: EDICIÓN 31

Albacete Balompié vs RCD Mallorca
(Promoción Primera División, Temporada 1992/1993)


En la temporada 1992/1993, el Albacete Balompié defendía su plaza en Primera División ante el RCD Mallorca. Los bermellones recibieron en el partido de ida jugado en el Lluís Sitjar, al Albacete Balompié dirigido por Víctor Espárrago. Los manchegos dieron primero en la eliminatoria, adelantándose 0-3 pero en el tramo final el delantero serbio Milojevic, daba esperanzas al RCD Mallorca poniendo el 1-3 en el marcador.


La vuelta se disputó en el Carlos Belmonte unos días después, y el RCD Mallorca salió a por todas llevando al Albacete Balompié al borde del ataque de nervios logrando acariciar la remontada con el 0-2 en el luminoso. Un gol separaba a los bermellones de la machada, pero ahí apareció el mítico Antonio López Alfaro, quién ya marcase en la ida, para echar por tierra las intenciones de los de Jaume Bauzá.


El RCD Mallorca se llevó la victoria del Carlos Belmonte, pero fue insuficiente para conseguir el ascenso. El Albacete Balompié pudo mantener la categoría, celebrando con su hinchada una agónica eliminatoria.





VICENTE MIERA

Hablar de Vicente Miera es hacerlo del Real Sporting, Aunque debería serlo del fútbol asturiano, pues sus primeros pasos los dio en UP Langreo antes de fichar por el Real Oviedo, a quién llevó a Primera División pero no consiguió mantener la categoría.

De ahí da el salto al otro gran equipo de Asturias, el Real Sporting, club en el que Miera ya había estado como jugador y, aquí, si que deja huella el técnico cántabro. Primero lo devolvió a Primera, al año siguiente metió al Real Sporting en competiciones europeas por primera vez en su historia. Jugando la UEFA, en su tercer año acabó segundo clasificando detrás del Real Madrid de Molowny.

Un breve paso por RCD Espanyol, y de nuevo a El Molinón para jugar la final de Copa del Rey del 81 ante FC Barcelona, repitiendo la edición siguiente esta vez ante el Real Madrid, ambas con derrota para el Real Sporting.

Otros equipos de La Liga contaron con los servicios de Miera como el Atlético de Madrid, una segunda etapa en el Real Oviedo, CD Tenerife, el Racing Santander, equipo de su tierra; RCD Espanyol otra vez y Sevilla FC, último club al que entrenó.

Entre medias se hizo cargo de la Selección Española a principios de los 90, dirigiendo a la selección olímpica en Barcelona 92, con la que ganó la medalla de oro.