Antes de que Colón se lanzase a su aventura por el Atlántico, una expedición checa liderada por el Barón de Rosmithal llegó hasta la costa de Finisterre allá por el 1467. Quedaron tan impresionados con la vista que uno de los viajeros dejó una cita para la historia: "no se ve sino cielo y agua".
Semejante impresión debió sentir Del Bosque en el Estadio Municipal de Toulouse, cada vez que saliese de su banquillo y dirigiera su vista hacia donde atacase su equipo: "no se ve sino un mar de camisetas blancas en torno a Cech" debió decir el seleccionador español ante el planeamiento defensivo de los compatriotas del Barón.
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