En el verano de 1987 el portugués fue el fichaje estrella, sobre el que giraría el proyecto de Jesús Gil, por aquel entonces nuevo presidente del Atlético de Madrid tras la muerte de Vicente Calderón.
Futre aterrizaba en el Manzanares tras proclamarse campeón de Europa con el FC Porto, asombrando a todo el continente futbolístico.
Su trayectoria como rojiblanco se dividió en dos etapas. La primera duró hasta 1993 en la que consiguió 2 Copas del Rey, la segunda en una final inolvidable ante el Real Madrid en el Bernabéu.
Tras fichar por SL Benfica y peregrinar por varias ligas europeas, regresa al Atlético en 1997 donde apenas juega antes de poner fin a su carrera en el Yokokama Flugels japonés la temporada siguiente.
Aún asi, la velocidad, el regate y el disparo del luso quedará para siempre en la memoria colchonera.
Futre aterrizaba en el Manzanares tras proclamarse campeón de Europa con el FC Porto, asombrando a todo el continente futbolístico.
Su trayectoria como rojiblanco se dividió en dos etapas. La primera duró hasta 1993 en la que consiguió 2 Copas del Rey, la segunda en una final inolvidable ante el Real Madrid en el Bernabéu.
Tras fichar por SL Benfica y peregrinar por varias ligas europeas, regresa al Atlético en 1997 donde apenas juega antes de poner fin a su carrera en el Yokokama Flugels japonés la temporada siguiente.
Aún asi, la velocidad, el regate y el disparo del luso quedará para siempre en la memoria colchonera.
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